A Ofelia Vázquez de León A CUATRO MESES DE LA TRAGEDIA DE NUESTROS NIÑITOS
Sra. Ofelia
Leí atentamente su reflexión, como sacerdote me atrevo a exponer lo siguiente desde el punto de vista de la religión cristiana católica, quiere ser una guía en el esfuerzo por entender lo sucedido dentro de su proceso de asumir la perdida de su hijo(a) en su calidad de madre.
Para no extenderme demasiado, casi solamente enunciaré los puntos, a reserva de que si alguna persona le interesa profundizarlos, busque ampliarlos y sobre todo orar a partir de estos puntos: 1. La providencia de Dios, 2. La mediación humana, 3. La corrupción de la mediación humana, 4. El llamado de Dios en medio del dolor.
1. La providencia de Dios no se equivoca. Esto es lo que hemos conocido de Dios, Él da la vida porque quiere y la recoge cuando Él quiere. De aquí que cada día de nuestra existencia es un regalo de Dios que tenemos que aprender a aprovechar y agradecer.
2. La providencia de Dios es mediada. Dios nos ha invitado a participar en su providencia de manera que con las acciones u omisiones de nosotros es Dios mismo el que está actuando, por eso se nos ha enseñado que Jesucristo es la mediación perfecta de Dios Padre y él llegó a decir “quien me ve a mi ve al Padre”.
3. La mediación puede corromperse. La corrupción inicia cuando se busca servir al hombre y no a Dios. Jesucristo llegó a decir “no se puede servir a Dios y al dinero”. Lo que ustedes están sufriendo es precisamente por esta corrupción de base que se complica con la participación del tráfico de influencias, las injusticias sociales, pero además también, por la falta de participación de cada uno de nosotros en las cuestiones institucionales políticas o sociales.
4. El llamado de Dios en medio del dolor. Este evento doloroso principalmente para ustedes pero también para los hermosillenses y los mexicanos, es un llamado para aprender a que el dolor no sea inútil, generando solamente ira y deseos de venganza sino que conduzca a una participación activa en la construcción de un México mejor. Perdonar si, porque cualquiera de nosotros es susceptible de corromperse. Amar también, entendiendo el amor en el sentido de luchar por la justicia enfrentando a los que no fueron previdencia de Dios para que sepan que su negligencia en el servicio al prójimo en el que buscaron solamente su interés económico, los hace culpables y tienen obligación de reparar ampliamente los daños. Además, es un llamado a aprender a participar y luchar para crear estructuras sociales, legales, políticas y económicas justas que estén realmente en concordancia con la providencia de Dios, con esa providencia de Dios que a veces es difícil de entender, aceptar y participar.
Quedo a su disponibilidad, siempre cuente con mis oraciones.
Pbro. Jorge A. Martínez Soto
Parroquia Universitaria
http://www.paginasprodigy.com/soccaix/
Un espacio de convergencia con el otro diverso y diálogo a partir de la diversidad
sábado, octubre 03, 2009
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2 comentarios:
Estoy inclyendo como comentario una comunicación de Marta Rosalía a la Sra. Ofelia Vázquez de León.
Ofelia, buenas noches:
Nunca tuve un hijo/a, por tanto , no se que pude haber pensado, soñado, sentido en cuanto a él o ella y su proyecto de vida pero si conozco la orfandad porque la viví a partir del 5 de junio de 1950 que en el Sanatorio de Lourdes de la Ciudad de México murió mi mamá víctima de una cesárea mal hecha realizada por un practicante con la anuencia del ginecólogo
Mi mamá solo tenía treinta y tres años años y al morir dejó viudo a mi papá con cuatro hijos/as yo de cuatro años mi hermana de tres y dos hermanos, uno de año y medio y otro de cinco días respectivamente.
Tuvieron que pasar muchos, muchos años para que yo pudiera aceptar la muerte de ella y la impunidad de quienes causaron su muerte.
No sabría decir como, pero lentamente he llegado a ser capaz en el aniversario de su muerte, de darle gracias a Dios, desde el fondo de mi corazón a Dios por todas las cosas buenas que ella fue capaz de hacer como hija, nieta, hermana, sobrina, esposa, mamá y en el ámbito profesional como profesora.
Muy muy lentamente he ido entendiendo que es cierto lo que se afirma en la biblia de que Dios siempre permite las cosas para el bien de los que lo aman, he ido descubriendo las cosas positivas que se dieron a raíz de su muerte aunque haya prevalecido la impunidad.
Al leer su reflexión solo puedo desearle a usted y a todos/as las mamás y los papás que sufren que logren recorrer el camino del duelo hasta llegar a la aceptación de la muerte de sus pequeñas/os
Sobretodo, anhelo que la muerte de sus niñas/os y el sufrimientos de quienes padecen en su falta de salud integral las terribles secuelas de esta abominable tragedia, dejen a Sonora y a la República Mexicana entera una nueva legislación que castigue con toda severidad en justicia a quienes con sus irresponsables omisiones y tráfico de influencias pongan en riesgo la vida humana.
Para usted y para todas/os los papás/mamás que sufren vaya un abrazo fraterno y solidario.
Si hay algo concreto que yo pueda hacer cuenten con ello.
Marta Rosalía Rodríguez
Marta Rosalía tiene licenciatura en psicología en la UNAM y maestría en sexología en el IMESEX.
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